LOS DESCONOCIDOS LIBROS ETRUSCOS

Libro plegado, en un sarcófago etrusco
Hace poco reflexionaba sobre los límites de los conceptos "libro" y "encuadernación". Quizá, por una idea muy restringida de qué es encuadernar (únicamente como la unión de varios pliegos doblados a la mitad, formando hojas) los libros de los que voy a hablar a continuación no aparecen en la historia de la encuadernación europea. A esto se une un mínimo interés por la historia del libro más allá de ciertos estudios "clásicos", que todo el mundo repite sin cuestionar. O a lo mejor es un problema mío, que aún no he dado con los estudios que tratan sobre este tema. Sea como sea, no he hallado nada escrito sobre este tema.
Los propios etruscos son un pueblo misterioso. Su lengua es uno de esos escasos ejemplos de idioma no indoeuropeo dentro de Europa (el vascuence, en España, es otro de esas excepciones). Hay varias teorías sobre su origen aunque, básicamente, podríamos apuntar dos: su procedencia oriental (de Anatolia, en Turquía), o que eran autóctonos de Italia. Los nuevos estudios genéticos apuntan que hubo migraciones entre Anatolia e Italia hace unos 5000 años, pero destacan que, a pesar de estas migraciones, son demasiado antiguas para configurar la civilización etrusca como tal, que se produjo hace unos 3000 años.
Esta conexión oriental es muy interesante ya que, algunas de las soluciones de configuración del libro, existieron en la encuadernación oriental, aunque muy posteriormente a esta época. Esto puede deberse a una cultura escrita existente en el siglo 30 a.C, común entre ambos pueblos, que se producía sobre libros hoy en día perdidos, o que la evolución del libro (pasar de un rollo a una hoja doblada, o cortada y sujeta por el frente) era algo natural, que no necesitaba de influencias culturales para producirse. Es imposible, hoy en día, contestar a esta cuestión, así que la dejaremos aparcada para centrarnos en los etruscos.
Papiros de Elefantina
Uno de los papiros de Elefantina, donde
se ve su plegado sobre sí mismo
Empecemos por el libro plegado en zig-zag. Hasta ahora, se ha venido repitiendo que los primeros libros en el Mediterráneo se escribieron sobre rollos, sobre papiro, un material que no plegaba bien y que, por tanto, no era propicio para plegarlo, sino para conservarlo doblado, en rollos. Se sabe muy poco sobre el uso del papiro en Europa, ya que es un material que se estropeaba rápidamente en ambientes húmedos. Por esto mismo, los ejemplos que han llegado hasta nosotros proceden del seco Egipto. Ya he hablado del formato rollo en otro momento. De lo que no traté entonces es de los rollos que se plegaban para transportarse. En las imágenes de la izquierda aparecen unos rollos judíos del año 500-400 a.C., encontrados en Elefantina (por lo que se les conoce como "papiros de Elefantina"), en el alto Egipto, al comienzo del Nilo. Los rollos se encontraron plegados varias veces sobre sí mismos, con una "bulla" y cuerda sujetándolos por el centro. Esta forma de plegar el rollo servía para que ocupase poco espacio cuando debía transportarse pero,al mismo tiempo, impedía que fuese leído sin romper la bula que lo protegía. Fue una forma de enviar cartas durante muchos siglos. En nuestro caso, nos sirve para constatar que los rollos sí se plegaban en ocasiones, aunque estuviesen hechos con papiro. Y era un plegado en zig-zag, no sólo un rollo que se ha aplastado.
Sarcófago de Laris Pulena
Detalle del rollo
Hay constancia de que los etruscos usaron el rollo. Al menos, eso se deduce del sarcófago de Laris Pulena. Es un sarcófago ya moderno (siglo II-III d.C.), que ya no sigue la clásica representación del muerto etrusco,con el plato de las libaciones en la mano. En el caso de Laris Pulena, el muerto sujeta un rollo medio abierto, donde se pueden leer los logros que consiguió a lo largo de su vida. Es un uso semejante a la "laudatia", parte de los ritos romanos funerarios.
Laudatio funebris romana
La "laudatio funebris" (de origen incierto) es un lectura (pública o privada) de las virtudes del muerto. De aquí que, en algunas tumbas romanas podemos encontrar a personajes leyendo. No obstante, en el ejemplo de Laris Pulena, es el propio muerte el que lee sus virtudes. Está sentado de medio lado, apoyado sobre uno de sus codos, postura común en otros sarcófagos etruscos. Laris lee el rollo en formato horizontal, apoyándolo sobre la "kliné". Así pues, los etruscos usaron el rollo. Las siguientes preguntas serían, desde cuándo, y de qué material.
Liber linteus, en detalle
Liber linteus, con los restos de la
momificación (en rojo)
No hay ninguna constancia de que los etruscos utilizasen el papiro para escribir. Hay restos de su escritura sobre piedra, cera, metales y tela. Es este último material el que más nos interesa porque, el único rollo etrusco que se conserva, es de lino. Por la fragilidad de este material, no quedan más rollos de lino conservados. El caso del "liber linteus zagrabiensis" (llamado así por conservarse en un museo de Zagreb), del s. II-III a.C., es fruto de la casualidad ya que fue reutilizado para envolver a una momia en Egipto. El libro se cortó en varios trozos para colocarlo sobre la momia, y no está entero, por lo que solamente podemos saber el alto de uno de los rollos etruscos. El texto está dividido en 12 columnas, por lo que se ha supuesto que debió de conservarse plegado cuando fue un libro. Se supone que Julio César llevaba rollos plegados durante sus campañas (Suetonius, Julius Caesar, 56.6), pero puede que fueran del estilo de los rollos de papiro plegados de Elefantina, donde el papiro primero se enrolla, y luego se pliega para transportarlo. Pero, otra cosa es un libro plegado en zig-zag, como en el caso de las encuadernaciones chinas, donde la hoja se pliega sin haberla enrollado previamente.
Sarcófago etrusco, en el Museo
Vaticano
Detalle del libro plegado, al lado
de la cabeza
Quizás la respuesta se encuentre en otro sarcófago etrusco. En este caso, es una estatua de los años 400-375 a.C., donde el muerto tiene en sus manos el plato de las libaciones pero, al lado de su cabeza, se puede observar algo que parece un libro cuadrado con hojas plegadas en zig-zag. En el Museo Gregoriano Etrusco se le denomina como "liber linteus", y es lo que parece: la representación de un libro de lino cerrado.
Sarcófago del poeta, que lleva un rollo en la mano izquierda
En este mismo museo se conserva el conocido como "sarcófago llamado del poeta" (de Tarquinia, en torno al 300 a.C.). En su mano izquierda, el muerto sujeta un rollo envuelto. De esta forma, podemos pensar que el rollo que leía, varios siglos después, Laris Pulena, no se trataba de una influencia romana tardía, sino que los etruscos usaban el rollo para escribir y que éste se podía guardar tanto enrollado como plegado en zig-zag. Casi no se conservan ejemplos pero, justamente por esto, todos estos restos arqueológicos tienen una gran importancia a la hora de entender la historia del libro, sobre todo en el paso de la hoja enrollada a la plegada.

Libro etrusco de oro
Láminas de Pirgi, en etrusco y fenicio
El libro etrusco tuvo otra forma, completamente distinta pero igual de desconocida. Se trata de los libros de hojas sujetas desde el frente. De nuevo, se conocen ejemplos en la encuadernación oriental, donde nadie cuestiona que eso sea un libro o una encuadernación, pero en occidente es un tema lleno de incógnitas. ¿Cuándo se empezaron a hacer libros con una encuadernación desde el frente? En el Museo Nacional de Historia, de Sofía, conservan un libro de oro (año 600 a.C.). El libro está formado por seis hojas de oro, con dos agujeros en la zona superior, que se mantienen unidas por dos argollas metálicas juntas en el centro. Existían hojas sueltas con agujeros frontales que remitían a que fueron encuadernadas de esta manera, pero no había llegado hasta nosotros un ejemplar encuadernado.
Una variante de estas hojas sueltas son aquellas que tienen agujeros todo alrededor. De esta forma son las láminas de Pirgi, con un texto en fenicio y dos en etrusco sobre la consagración de un templo a una diosa (finales del s. VI a.C.). Los fenicios estaban ubicados en Canaán (lo que hoy sería Israel, Siria o Líbano), por lo que tenemos, de nuevo, la vinculación de los etruscos con oriente. Fueron halladas en una ciudad portuaria, así que una conexión por el Mediterráneo parece más viable que una terrestre. Ahora bien, ¿por qué todos estos agujeros?
Libros de metal de Jordania
Libros de metal de Jordania
Aquí ya entra mi hipótesis: era una encuadernación destinada a permanecer cerrada (como ocurría con el plegado para cartas, por ejemplo). Era un escrito para ser leído por los dioses, no por el resto de los mortales y, por lo tanto, permanecerían cerradas. Aquí entran en juego los controvertidos libros de metal encontrados en Jordania (s. I d.C.). Sus textos ya son cristianos, y están cuestionados como falsificaciones. Por el momento no hay un estudio científico sobre ellos pero, si los observamos, existían de dos tipos: unos hechos para leer, y otros totalmente sellados con anillas. ¿No estamos ante los dos tipos de encuadernación con anillas que reflejan los restos etruscos? ¿No queda Jordania al lado de la antigua Fenicia? Para mí, sí existieron, desde muy antiguo, estas dos formas de encuadernar, en abierto y en cerrado, con anillas, libros sagrados.
Tablillas de cera
Tablillas de Vindolanda
No es tan descabellado creer realmente en este tipo de encuadernación, con hojas rígidas sujetas por anillas, por uno de sus lados o por todos. Esa misma estructura le tenemos en las tablillas de cera romanas, sólo que con hojas hechas de madera y cera (no metal). En este caso, se escribe sobre la cera (para poder borrar lo escrito y volver a usar las tablillas las veces que fueran). No obstante, también debió existir una versión con hojas rígidas de madera. Si no, observad las poco conocidas "tablillas de Vinolanda" (s. I. d.C.), encontradas en la Inglaterra romana, con sus dos agujeros en uno de los laterales. Con todo esto quiero reivindicar que debió de existir una encuadernación desde el frente de las hojas que atravesaba todo el libro a la vez. Es un tipo de encuadernación que se asimila con oriente (encuadernaciones china, india...), pero que también debió de existir en el Mediterráneo desde bien antiguo.
Tabula Cortonensis
Hígado de bronce de Piacenza
Ya en los límites del concepto "libro", tenemos algunos casos muy particulares. Por ejemplo, el conocido como "hígado de bronce de Piacenza" (s. I a.C.) es una escultura de bronce con forma de hígado, donde están escritas sus distintas zonas y cómo se podía "leer" para conocer el futuro. Hoy en día, se podría tomar como un estupendo ejemplo de "libro-objeto" si lo hubiera hecho un artista. Por otra parte, en la "tabula cortonensis" (s. II a.C.) estamos ante un documento suelto, en bronce también, pero con una especie de pinza para sujetarla en la zona superior. Desconozco qué es realmente el aparato que está en la parte superior de la tablilla y para qué servía, pero parece que tiene dos especie de "remaches". ¿Serviría para mantener unidas varias hojas, por medio de unos agujeros abiertos en el frente, como también hacían las anillas? Si alguien conoce algún al respecto, que me lo pase.
Es más, cualquiera que sepa de alguna investigación sobre los libros etruscos, que avise porque yo, por el momento, no he dado con ello. No me gusta escribir sobre un tema sin contrastar teorías previas pero, en este caso, no me ha quedado más remedio.

3 comentarios:

  1. Me parecen fantásticas e interesantes las explicaciones de historia q aportas.. gracias

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    1. Muchas gracias. Es complicado dar una buena explicación en un blog, que resulte entretenido y, al mismo tiempo, sea una buena investigación. Yo lo intento :)

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  2. Os agradezco que dispongais de vuestro tiempo para realizar esto. Realmente es algo ameno, interesante y de calidad. Dios guarde a vuecé.

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